La experiencia es simple y profunda: en sesiones de meditación dirigida, reconocimiento de la misión y propósito de vida, mediante el abrazo del silencio y apropiación del cuerpo, los pensamientos y sentimientos: Para empezar a dar respuesta a preguntas sobre cómo vivimos realmente. Instructores y practicantes más experimentados acompañan el proceso.
Cuando necesitamos soltar ataduras o costumbres para estar dispuestos a seguir siendo aprendices felices de la vida. En contacto con la naturaleza, meditación guiada, visualización y arraigo a la tierra, reconectando los sueños, reconocimiento de barreras y miedos. Recuperación del proyecto de vida y misión en la tierra.